Los beneficios de la masturbación femenina para tu salud y bienestar

Hace unos años, muchas de nosotras ni siquiera nos atrevíamos a hablar del tema. Hoy, poco a poco, vamos recuperando el derecho a conocernos, explorarnos y disfrutar. Y sí, la masturbación femenina es mucho más que placer: es salud, tanto física como emocional.

1. Una forma natural de aliviar el estrés y dormir mejor

¿Alguna vez te has sentido más relajada después de un orgasmo? No es casualidad. Al masturbarte, tu cuerpo libera dopamina, oxitocina y endorfinas, sustancias que ayudan a:

• Reducir el estrés acumulado.
• Mejorar el estado de ánimo.
• Facilitar un sueño profundo y reparador.

Muchas mujeres han contado que, en días tensos o cuando no logran dormir, unos minutos de autoexploración son el mejor calmante natural.

2. Bienestar físico desde la intimidad

Más allá del disfrute, la masturbación estimula el flujo sanguíneo en la zona genital, fortalece los músculos del suelo pélvico y puede incluso aliviar ciertas molestias como cólicos o tensiones musculares.

Y en etapas como la menopausia, puede ayudar a mantener la sensibilidad y lubricación natural de forma saludable.

3. Conocerte a ti misma cambia tu sexualidad

No todas sentimos placer igual. Lo que a una le funciona, a otra le resulta indiferente. Por eso, explorarte sin presión, sin juicio, es clave. Aprendes qué te gusta, qué ritmo, qué tipo de estimulación… y eso se refleja también en tu vida en pareja.

Comunicar tus deseos es más fácil cuando tú misma sabes cuáles son.

4. Romper el silencio: hablar también es parte del cambio

Durante mucho tiempo, el placer femenino fue ignorado o invisibilizado. Hoy sabemos que hablar de masturbación es hablar de salud, autoestima y libertad. No se trata de seguir una moda, sino de recuperar algo que siempre nos perteneció: el derecho al placer.

Desde Glorya Bendita te acompañamos en este camino con información clara, segura y sin tabúes.

Un acto de amor propio

Tomarte un momento para ti, conectar con tu cuerpo y regalarte placer no debería causar culpa. Debería ser tan natural como respirar. En ese espacio íntimo, libre y seguro, no solo sientes placer: te reencuentras contigo misma.

¿Quieres dar el siguiente paso?

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